5 Razones para planear un menú familiar
¿Sabías que, tanto las compras del mercado y el supermercado como la planeación del menú, son la base de una buena nutrición? Planificar menús garantiza en cantidad y calidad las necesidades nutrimentales básicas de todos los integrantes de la familia. Además, las comidas en casa promueven una mejor integración y tienden a ser menos costosas. Planear un menú te permite:
Disminuir estrés
Tratar de pensar qué cocinar o incluso tener que salir a comprar los ingredientes para hacer la comida mientras el niño llora porque “ya tiene que comer” aumenta el estrés y limita tu creatividad para ofrecerle opciones saludables.
Ahorrar tiempo y dinero
Programar las comidas de la semana, de la quincena o incluso del mes consigue que compremos algunos alimentos e ingredientes por mayoreo, lo que reduce costos totales. Esto, además de reducir el desperdicio, evita apresuradas e inesperadas visitas al supermercado que nos hacen comprar más de lo previsto.
Promover la integración familiar
Planear el menú en conjunto promueve la participación de cada miembro de la familia. Además, una lluvia de ideas abre cancha para la elaboración de distintos platillos y evita el típico “eso no me gusta” pues los pequeños estarán involucrados en el proceso de elección y planificación.
Aumentar el consumo de verduras y frutas
Comer en casa te permite la posibilidad de siempre tener a la mano vegetales frescos para incluirlos de distintas maneras en todos los tiempos de comida. Por otro lado, un estudio realizado en 2011 por la Universidad de Granada, en España, muestra que los niños pueden comer hasta 80% más verduras cuando se les permite elegir.
Mantener una dieta variada
Una de las características de la dieta correcta es la variedad. Organizar los menús permite asegurar la ingesta de distintos tipos de alimentos e ingredientes, variando colores, sabores y texturas y garantizando el aporte adecuado de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales para la salud.
Ya por último recuerda cumplir con buenas prácticas de higiene en el almacenamiento, preparación y conservación de los alimentos.