6 mitos sobre la leche
Se señala a las hormonas en la leche (y otros alimentos), como las responsables de que -a edades más tempranas –las niñas tengan cambios asociados con la pubertad; pero no hay ninguna evidencia científica sobre esta tendencia. Aunque observamos que en niñas con exceso de peso la pubertad se acelera, si tus hijas consumen leche es mucho más probable que estén en su talla correcta a que padezcan sobrepeso.
Si bien es cierto que la leche con sabor contienen endulzantes, todos los macro y micro-nutrimentos –como proteínas, calcio, magnesio, fósforo y Vitaminas D y K- que nos obsequia la leche, están presentes en cada cartoncito. Te recomendamos leer las etiquetas para decidir cuál le aporta más calorías a tus hijos.
Aunque esta creencia resulta extendida, la realidad es que la grasa es necesaria para impulsar el desarrollo de tus hijos. Si te preocupa que la tomen con frecuencia, sólo piensa que un vaso de leche entera les aporta 7.8 gr de grasa, lo cual es equivalente a una fracción (del 20%) de la grasa que contiene un tamal. De esta manera tienes dos alternativas: cuidar el tamaño las porciones o emplear leche semidescremada o light que reducen en un 45 %y 65% respectivamente la proporción de lípidos.
Este mito se ha creído durante décadas, pero todavía no hay un solo estudio que haya demostrado afectaciones en las vías respiratorias o gargantas de los niños. Lo que sucede es que suelen confundir la sensación densa en su saliva tras tomar leche, sin que esto represente complicaciones de salud para tus hijos, generalmente asociados con mucosidades o problemas de congestión.
Si tu pequeño es intolerante a la proteína de la leche, puedes evitarle que experimente molestias como hinchazón, calambres o diarrea puesto que existen diferentes tipos de leche para diversas clases de intolerancias. Recuerda que ingerir porciones pequeñas de leche poco a poco, suele ayudarlos a desactivar los síntomas que les provocaría tomar mayores cantidades y también que los quesos y yogures contienen menos lactosa que la leche pura.
Hay más calcio en una taza de leche que en 16 tazas de espinaca, por si fuera poco darle a nuestros hijos esa dosis extra de calcio no tiene sentido, ya que la vitamina D en la leche es lo que la naturaleza diseñó pare que absorban el calcio en sus huesos de mejor forma; además de que no puedes comparar una pastilla tragada con un delicioso vaso de leche fría.