¿Qué puedo hacer para que mi hijo (a) sea sano? Esta es una pregunta que muchos padres se hacen actualmente, pues son tantas las opciones en los supermercados que resulta difícil decidir que ofrecer a los niños, y además muchos padres se preocupan, con razón, con la falta de actividad física de sus hijos.
El punto más importante para encontrar el camino para esta respuesta es pensar que los padres son responsables por la formación de las primeras experiencias alimentarias con sus niños, incluyendo desde el aspecto alimentario de la madre en el período gestacional, hasta las elecciones de los alimentos que serán ofrecidos a lo largo de la vida del niño. Los padres son los ejemplos.
Un estudio brasileño que evaluó a 164 niños de 6 a 10 años de edad y sus respectivos responsables por la alimentación encontró que la mayor parte de los niños que presentó un exceso de peso (56 niños), también tenía a su responsable fuera del peso ideal (82,1%).
Los hijos están expuestos y listos para aprender a comer los alimentos de la dieta adulta y, según diferentes investigaciones, los cuidadores actúan como poderosos agentes de socialización. Además de poseer el papel de seleccionar los alimentos, ellos sirven de modelos de alimentación que los niños aprenden a imitar. Por lo tanto, adoptar prácticas de alimentación para incentivar el desarrollo de normas y comportamientos alimentarios saludables en niños debe ser una rutina en la vida de las familias.
Según la Academia Americana de Pediatría, es importante estimular las actividades saludables desde el comienzo de la vida del bebe, empezando con la lactancia materna, siguiendo con una introducción alimentaria con alimentos nutritivos, fomentando siempre un estilo de vida saludable y activo por medio del consumo de frutas y vegetales diariamente, restringiendo el tiempo de televisión y computadoras a menos de 2 horas al día y practicando actividad física diariamente.
De esta forma, para ayudar a los niños a tener hábitos saludables, los padres pueden adoptar algunas medidas, tales como:
1) Dar el ejemplo – los padres son siempre modelos a seguir para los hijos, por lo tanto, es importante hacer con que la alimentación saludable y la actividad física diaria sean algo común en la rutina familiar;
2) Hacer elecciones saludables – es importante que las elecciones alimentarias sean saludables, y todavía, que estén disponibles y accesibles para los niños, como, por ejemplo, dejar frutas al alcance de niños chiquitos;
3) Compartir una comida – hacer las comidas principales juntos (puede ser el desayuno o la cena), lejos de aparatos electrónicos;
4) Interactuar en familia – estimular la participación y encontrar maneras de involucrar a los hijos en las tareas domésticas y en las preparaciones de la familia estimulan aún más las ganas y el deseo de consumir alimentos y las preparaciones en familia.
5) Ir a ferias libres – excelente opción para pasear, ejercitarse y elegir alimentos saludables y frescos;
6) Ayudar en el proceso de elaboración de la lista de compras – verificar lo que tiene en la casa y lo que es necesario comprar ayuda incluso en la parte educativa del niño;
7) Crear juegos que envuelven la rutina alimentaria – utilizar la creatividad y que se diviertan los niños, como, por ejemplo, separar los alimentos por color.
8) Cocinar comidas saludables juntos – aquí también se pueden delegar tareas a los pequeños, de acuerdo con la edad; nada de fuego, cuchillos y utensilios peligrosos en las manos de los niños, pero déjelos participar en las preparaciones;
9) Cultivar un pequeño huerto – puede ser en un vaso pequeño o un espacio apropiado en el jardín. Lo importante es incentivar la preferencia por sabores naturales en la hora de preparar las comidas y aprovechar para enseñar otros temas a los niños, como, por ejemplo, paciencia para esperar sembrar, ver la planta crecer y cosechar.
Por lo tanto, mas importante que decir “haz lo que digo” es decir “haz lo que hago”. Hijos saludables dependen en gran parte de padres saludables. ¡Enseñe a sus hijos buenos hábitos y cosechen buenos frutos!
Referencias bibliográficas:
AAP. American Academy of Pediatrics. Healthy Active Living for Families, 2015.
SAVAGE, J. S.; FISHER, J. O.; BIRCH, L. Parental Influence on Eating Behavior. Conception to Adolescence. J Law Med Ethics. 2007; 35(1): 22–34.
PAP, G. Avaliação DA influência familiar no estado nutricional e hábito alimentar de crianças de seis a dez anos. Ribeirão preto, 2017.